Tuesday 23 July 2024

Comentario de "Las literatas. Carta a Eduarda" de Rosalía de Castro




                La firma que aparece en la foto es la que Rosalía utilizaba para firmar sus obras (1)


Mi propósito es comentar aquí uno de los artículos escritos por Rosalía, "Las literatas. Carta a Eduarda", artículo compuesto en género epistolar y en el que expresa sus ideas sobre la mujer escritora. Lo organizo en tres partes: una breve introducción sobre Rosalía y su obra; el comentario del artículo con algunas conclusiones, y, al final, un apartado de notas.

I. Obra de Rosalía de Castro (1837-1885)

La autora, que escribió tanto en castellano como en gallego, es conocida, sobre todo, por su poesía (2) y, principalmente, por su libro en castellano En las orillas del Sar, que es considerado, junto a las Rimas de Bécquer, lo mejor que ha dado el Romanticismo español tardío o 'Postromanticismo' de la segunda mitad del siglo XIX. Sus poemarios anteriores (Cantares gallegos y Follas novas) están escritos en gallego, con lo que recuperó, afianzó y propagó el renacimiento de la lengua literaria gallega. Su obra prosística -novelas, cuentos, artículos- está mayoritariamente escrita en castellano, excepto por la composición de algunos cuentos que escribe o en gallego o en una variante popular del castellano llena de expresiones, sintaxis y vocabulario gallegos denominada 'castrapo'.

II. Comentario de "Las literatas. Carta a Eduarda"

Artículo escrito en 1865 y publicado en 1866 en el Almanaque de Galicia (pp. 56-58) y firmado por Rosalía Castro de Murguía (3) .  
     Este artículo es un breve ensayo crítico subversivo en forma de carta ficticia escrito por Nicanora y dirigido a Eduarda, tal como indica el subtítulo “Carta a Eduarda”. Rosalía, al final del artículo, explica, -utilizando la conocida técnica literaria del manucristo encontrado- (4), que encontró esta carta y decidió publicarla porque se proyectó rápidamente en lo que Nicanora aconsejaba y sentía sobre las llamadas despectivamente ‘literatas’ en su momento:
“Paseándome un día por las afueras de la ciudad, hallé una pequeña cartera que contenía esta carta. Parecióme de mi gusto, no por su mérito literario, sino por la intención con que había sido escrita, y por eso me animé a publicarla. Perdóneme la desconocida autora esta libertad, en virtud de la analogía que existe entre nuestros sentimientos.”

Sin duda, Rosalía decidió hacerlo así para que sus ideas a favor de la mujer escritora, de la mujer intelectual y creadora -tan mal considerada en la época decimonónica frente a la función ‘natural’ socialmente aceptada de la mujer como “ángel del hogar” (5)-  no se le pudieran atribuir directamente a ella, sino sólo a Nicanora, un personaje de ficción. 

La carta, escrita por Nicanora, aconseja a Eduarda que no publique nada de lo que escriba por todas las dificultades (burlas, marginación...) con las que se va a encontrar ella y cualquier mujer que se dedique o quiera dedicarse a la escritura. Le hace ver la difícil vida de una ‘literata’ (término despectivo aplicado a la mujer escritora y creadora en su época) y todo el desprestigio social y religioso que tenían que afrontar las mujeres que se atrevían a ser escritoras en el siglo XIX, dificultades que muy bien enumera Nicanora/Rosalía en su carta:

“(...) tú no sabes lo que es ser escritora. (...) ¡Qué continuo tormento!, por la calle te señalan constantemente, y no para bien, y en todas partes murmuran de ti. (...) Si vas a la tertulia y hablas de algo de lo que sabes, si te expresas siquiera en un lenguaje algo correcto, te llaman bachillera, dicen que te escuchas a ti misma, que lo quieres saber todo. Si guardas una prudente reserva, ¡qué fatua!, ¡qué orgullosa!, te desdeñas de hablar como no sea con literatos.(...). Si te agrada la sociedad, pretendes lucirte (...). Si vives apartada del trato de la gente, es que te haces la interesante, (...) y los hombres no cesan de decirte siempre que pueden que una mujer de talento es una verdadera calamidad (...) y que sólo una tonta puede hacer la felicidad de un mortal varón. Sobre todo los que escriben no dejan pasar nunca la ocasión de decirte que las mujeres deben dejar la pluma y repasar los calcetines de su marido, si lo tienen, (...).  Los hombres miran a las literatas peor que mirarían al diablo, y éste es un nuevo escollo que debes temer tú que no tienes dote. Únicamente alguno de verdadero talento pudiera, estimándote en lo que vales, despreciar necias y aun erradas preocupaciones; pero...¡ay de ti entonces!, ya nada de cuanto escribes es tuyo, tu marido es el que escribe y tú la que firmas. (...)” 
Así pues, Rosalía, irónica y enfadada (6) -expresándose en la carta a través de las palabras de Nicanora-, hace una defensa de la mujer escritora, y, al mismo tiempo, de sí misma como escritora (7). Reivindica el derecho de la mujer a la educación y a la igualdad con respecto al varón, e incentiva con ello a que las mujeres puedan salir de la red-prisión que el patriarcado católico decimonónico había creado para sujetarlas y subordinarlas a los deseos del hombre. Pero todo lo anterior lo escribe Rosalía de un modo un tanto ambiguo, sometida todavía a la presión social y religiosa que siempre le impidió ser del todo libre para expresarse, manteniéndola atada y limitada a no salirse demasiado de lo que la moral católica y el patriarcado imponían social y psicológicamente a las mujeres (8).

En realidad, los hombres se sentían (y, desgraciadamente, se siguen sintiendo en la actualidad) amenazados por la valía intelectual de la mujer que sale de su prisión y se atreve a expresarse; ellas tienen que seguir no cultivadas para que no puedan competir o sobrepasar la 'superioridad natural del varón' frente a la 'inferioridad natural' de las mujeres, y es por esto por lo que deben ser apartadas de la escritura/lectura y dedicarse a sus labores domésticas, a tener y criar hijas/os y a hacer feliz al hombre, esto es, a ser el “ángel del hogar”, su función 'natural' en la sociedad. Y en el caso de que el marido reconociera el talento de la esposa, entonces se acabaría su autoría, pues su esposo sería el que firmaría sus escritos… Y todo esto lo ha sufrido Nicanora por haberse atrevido a escribir y rebelarse contra las normas del patriarcado católico de su momento.

Para terminar, es de destacar cómo al principio de la carta Nicanora/Rosalía se expresa un tanto ambiguamente y esta ambigüedad va dando paso poco a poco a sus genuinas y subversivas ideas expresadas cada vez con más claridad, fuerza y enfado. Puede que este in crescendo responda a algo buscado por Rosalía para evadir, así, la temida crítica y censura de su artículo, sabiendo que lo que se suele leer de un texto con más atención es el principio y el final: y su  principio, que es ambiguo, y el final, que explica que la carta no la ha escrito ella sino que la ha encontrado, la defenderían de esa censura y crítica que quiere evitar.

NOTAS

(1) Rosalía (1837-1885) nació en Santiago de Compostela, hija 'natural' de doña Teresa de Castro, de familia hidalga, y del sacerdote José Martínez Viojo, cuya condición sacerdotal le impedía reconocer a su hija. De ahí que Rosalía firme con el apellido de su madre 'Rosalía de Castro', su nombre de soltera y, una vez casada, elimina la preposición 'de' delante de "Castro" y la coloca delante del apellido de su marido, "Murguía".
    En un documento firmado ante notario en 1843, doña Teresa de Castro reconoce a Rosalía como su hija natural y da como fecha del nacimiento el 23 de febrero de 1837. El documento estaba con los papeles del expediente de boda de Rosalía y Murguía. Allí lo encontraron en 2021 la investigadora Sagrario Abelleira y la archivera Irene Galindo. En su partida de bautismo, que tuvo lugar en la capilla del Hospital Real, se lee que en 1836 se la bautizó con el nombre de María Rosalía Rita, hija de "padres incógnitos", inscripción que convenía a sus padres para mantener el anonimato y evitar el escándalo, siendo el padre un sacerdote y soltera la madre.     

https://www.cervantesvirtual.com/portales/rosalia_de_castro/autora_biografia/ [Este enlace lleva a una bien documentada biografía de Rosalía (vida y obra): la realizada por Marina Mayoral]
                                                                       
(2) Muy recomendable escuchar los poemas de Rosalía cantados por el cantautor leonés Amancio Prada. Dejo dos enlaces de YouTube: 

"Adiós ríos, adiós montes", de Cantares gallegos, 1863.

"Negra sombra", de Follas Novas, 1880.

Y también recomiendo dos ediciones bilingües (gallego-español) de sus poemas:

   -Rosalía de Castro, Poesía, Alianza Editorial/Literatura 5074, 2003.

                                  Cantares gallegos, Austral/Poesía 977, 2018.

(3) https://www.cervantesvirtual.com/buscador/?q=Las+literatas.+Carta+a+Eduarda [Este enlace lleva a una página donde puede descargarse en formato PDF el contenido de la revista El Almanaque de Galicia del año 1866, donde aparece el artículo de Rosalía en las pp. 56-58).

(4)  Técnica literaria que consiste en fingir que la historia que se va a contar fue hallada por la persona que la publica, quien, por lo tanto, no sería su autor/a real.

(5) "Ángel del hogar" es una expresión que se refiere a un ideal de mujer creado por el patriarcado decimonónico, cuyo papel y finalidad era el de ser una buena esposa y madre cristiana, siempre dentro del ámbito doméstico privado, proporcionando armonía y felicidad a su familia. La creadora del término fue María Pilar Sinués, que, con su visión católica y conservadora, escribe en su obra El ángel del hogar, 1859: “La escritora (...) tiene que responder delante de Dios, lo mismo que todas las mujeres, de la felicidad de su familia”Visión católica y conservadora que su propia vida contradice, pues María Pilar Sinués se casó y no tuvo hijos; se separó del marido y vivió de las publicaciones de su obra escrita, en contradicción con lo que aconsejaba a las mujeres de su época.

(6)   Dos ejemplos de los muchos del texto en los que se muestra la intensa ironía y enfado de la autora:  el final del párrafo 11 y el párrafo 15 ( los subrayados son míos):     

“ (...) los hombres no dejan de decirte siempre que pueden que una mujer de
talento es una verdadera calamidad, que vale más casarse con la burra
de Balaam, y que sólo una tonta puede hacer la felicidad de un mortal
varón.” 

 “ (...) [cómo es posible, piensan los hombres, que una mujer] pueda discurrir
  y escribir cosas que a ellos no se les han pasado nunca por las mientes, y eso
  que han estudiado y saben filosofía, leyes, retórica y poética, (...)"

(7)  El modo de pensar de Rosalía acerca de este tema coincide con el de otras muchas autoras, y, entre ellas, elijo recordar a María de Zayas y sor Juana Inés de la Cruz, las dos del siglo XVII:

--María de Zayas, en su obra Novelas amorosas y ejemplares, Zaragoza 1637, dice en los párrafos 2 y 3 del prólogo:

“(...) habrá muchos que atribuyan a locura esta virtuosa osadía de sacar a luz mis borrones, siendo mujer, que, en opinión de algunos necios, es lo mismo que una cosa incapaz (...). ¿Qué razón hay para que ellos sean sabios y presuman que nosotras no podemos serlo? (...)"

"(...) Esto no tiene a mi parecer más respuesta que su impiedad o tiranía en encerrarnos, y no darnos maestros; y así, la verdadera causa de no ser las mujeres doctas no es defecto del caudal, sino falta de la aplicación (...)"

--La escritora mexicana sor Juana Inés de la Cruz en La respuesta a sor Filotea de la Cruz (= al obispo de Puebla), de marzo de 1691, obra publicada póstuma en 1701, dice:

"(...) el estudiar, escribir y enseñar, no sólo les es lícito [a las mujeres], pero muy provechoso y útil; (...) Y no sólo a las mujeres, que por tan ineptas están tenidas sino a los hombres, que con sólo serlo piensan que son sabios (...)"    

(8) Parece ser una constante en su vida, que se expresa en su obra, la contradicción entre rebeldía-subversión y sometimiento-aceptación de la norma patriarcal-religiosa de su momento.




 

 

 

4 comments:

  1. Qué buen artículo y qué necesario, señora Nicanora 💜♀️📚

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    1. Gracias , Arwende :), y sí, muy necesaria la perspectiva feminista de Rosalía, tan silenciada por el patriarcado :(

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  2. ¡Viva Nicanora del texto y de la realidad! Muy buen estudio sobre el feminismo de Rosalía de Castro, oiga 😊♀️💜

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